Marca Personal

Las 3 mejores lecciones de liderazgo que nos dejó Maquiavelo

Blog

Es verdad, los verdaderos líderes no nacen, se hacen.  Estamos bajo un contexto en el que cada día se premia más a los líderes y a pesar de que estos siempre han tenido reconocimiento en los diferentes ámbitos y tiempos históricos, en la actualidad están tomando más fuerza que antes. 


El panorama mundial viene formándose desde el inicio de la pandemia por el Covid-19 en el 2020 y roles como el liderazgo comenzaron a tomar fuerza en varios sentidos. No obstante, como bien se sabe, los líderes siempre han sido importantes en un contexto social, laboral y político, pero este rol se ha venido transformado con los años.  


Si retrocedemos en el tiempo y revisamos la literatura en relación con el tema del liderazgo podemos encontrar mucha bibliografía al respecto. Sin embargo, uno de los grandes exponentes sobre las bases de las teorías de liderazgo lo podemos encontrar en “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo y, a pesar de los años, varias de las bases que encontramos en su libro aún hoy en día están vigentes en la praxis.  


En este orden de ideas, es importante resaltar las principales características que destaca Maquiavelo en su libro con respecto a las habilidades de un líder. 


En primer lugar, una de las características que aparecen en los primeros capítulos hablan sobre la fuerza del líder, y en este sentido el autor afirma que “más vale ser temido que amado”,  una premisa que se puede entender desde el liderazgo con una perspectiva controladora, lo que anteriormente era idóneo, pero que hoy en día no es muy efectivo. 

El temor del que hace referencia Maquiavelo tiene que ver con la coerción como forma para llegar a tener el respeto de las demás personas. 


En este mismo sentido, él afirma que el miedo es más fácil de mantener que el amor, no obstante, debe existir un equilibrio para no generar en los demás odio, pues esto termina por convertirse en oposición. Por otro lado, el ser despiadado es otra de las formas en las que Maquiavelo propone mantener el poder; esto hace referencia al despotismo contra los demás y el control de las emociones para no mostrarse vulnerable ante ellos. Según el autor, esto lleva a los líderes a tener una visión fría del panorama y de esta forma tomar mejores decisiones. 


Si nos ponemos a pensar estas dos características con relación a los líderes, podemos darnos cuenta de que durante mucho tiempo este esquema se cumplió e incluso hoy en día aún se encuentran líderes con estos aspectos, pero, ¿qué tan efectivo es esto? 

Recordemos que la vulnerabilidad, por ejemplo, no es sinónimo de debilidad y, en este sentido, las nuevas generaciones de líderes que entienden esto tienen mayor éxito debido a su capacidad de empatía con los demás.


En un segundo aspecto, y no muy lejano a lo que hemos hablado, Maquiavelo aborda los conceptos del zorro y el león desde una perspectiva analógica a las habilidades que un líder debe desarrollar; el zorro es la representación de la estrategia y el león de la fuerza para ahuyentar a los lobos. Es a partir de esto que el zorro no solo es analogía de estrategia sino   de astucia, un aspecto que es fundamental pues no solo se trata de saber negociar, sino que también se relaciona con el entorno y las relaciones que el líder establece con los otros.  


Siendo un líder, lideresa o simplemente como personas naturales, la astucia en las relaciones interpersonales son clave, pues un líder necesita estar rodeado de un capital humano capacitado que nutra su entorno y con el cual pueda crecer. En este sentido se hace mucho hincapié en estar rodeados de personas capaces y leales para promover y mantener una estructura de liderazgo duradera.  


Como complemento a lo que hemos venido hablando, un tema que es primordial para un líder es el aprendizaje sobre su historia y las acciones de grandes personalidades que lideraron proyectos o acciones, con el fin de alimentar sus modelos de gestión a partir de historias de éxito, lo cual nos ratifica la premisa que dice que “un líder no nace, sino se hace”.


Como pudimos ver en este pequeño apartado sobre el príncipe de Maquiavelo, en relación con la teoría del liderazgo,  podemos decir tres cosas muy puntuales: primero, existen aspectos que aún en nuestros días son primordiales para ser buenos líderes, como lo es el ser astuto con nuestras acciones y nuestras relaciones; segundo, a pesar de que existe un aspecto primordial dentro de las habilidades del liderazgo, que aún son importantes rescatar, existen otras que ya han perdido validez por los cambios culturales por los que hemos atravesado las últimas décadas; y como tercer y último elemento, hay que resaltar que la comprensión de otros liderazgos a lo largo de la historia y cómo estos han repercutido en el contexto y que habilidades y estrategias, son educativas para el fortalecimiento de sus estrategias.  


Escrito por:
Karol Franco

suscríbete

Y te enviaré  a tu email los mejores contenidos
¡Gracias por inscribirte!

Te enviaremos a tu correo nuestras publicaciones.
Oops! Something went wrong while submitting the form.
*Al inscribir tu correo aceptas T&C
Arriba